Hay agua en Marte, ¿y ahora qué?

No es la primera vez que se oye el grito de "¡agua en Marte!". Varias sondas espaciales de la NASA y la Agencia Europea del Espacio (ESA) la han detectado estos años en los polos del planeta bajo la superficie, a varios kilómetros de profundidad y también a menos de un metro. Pero ésta es la primera vez que el agua "se toca y se saborea", como dicen los autores del hallazgo, el equipo de la nave Phoenix de la NASA.
Ahora la comunidad científica internacional piensa más allá. El agua hallada está helada, pero lo esencial para la vida es que sea líquida. Así que las próximas preguntas para las misiones a Marte son cuánta agua hay; dónde; y si fluye. Si hubiera agua líquida "la vida en Marte no lo tendría más difícil que en otros lugares de la Tierra donde sabemos que existe", señala el microbiólogo experto en vida en ambientes extremos Ricardo Amils, del Centro de Biología Molecular y el Centro de Astrobiología, en Madrid.
Las muestras recogidas por el brazo de la Phoenix, escarbando a apenas cinco centímetros de profundidad, se pegaban a la pala, algo que tiene intrigados a los investigadores. El equipo sigue analizando si las muestras contienen además otros compuestos asociados a la vida.
Para Álvaro Giménez, director del Centro de Astrobiología y asesor de la ESA, el hallazgo pone el foco en algo que ya tiene previsto hacer la próxima misión de la ESA a Marte, ExoMars: "Perforar a varios metros de profundidad y analizar las muestras". ExoMars se lanzará en 2013. También Francisco Anguita, geólogo planetario de la Universidad Complutense de Madrid, piensa en cavar: "Es el primer paso del inventario del agua sobre el terreno. Ahora lo interesante sería hacer un sondeo de varios metros y saber cuánto hielo hay en el subsuelo; debe de haber mucho".
¿Y la posibilidad de que haya agua líquida? El análisis de las lavas sugiere que hubo erupciones en Marte hace no más de un millón de años, "lo que desde el punto de vista geológico implica volcanes durmientes pero activos", dice Anguita. Eso significa que, como en la Tierra, la temperatura del planeta debe de ser más alta a mayor profundidad, y ese calor podría derretir el hielo. "Que haya agua líquida no significa que haya vida, pero aumenta las probabilidades. A la vida le basta poco, es muy espabilada", dice Amils.

MÓNICA SALOMONE - Santander - 02/08/2008